Desde la implementación del neoliberalismo la privatización de la educación se ha profundizado, una muestra de ello es el crecimiento de la matrícula en las instituciones educativas privadas y el alto número de aspirantes rechazados de las públicas, el control del sistema educativo está en un puñado de empresarios quienes orientan contenidos de los planes y programas de estudio, diseñan exámenes de ingreso, permanencia y egreso de la educación media y superior. A diferencia de la educación básica, en donde se alcanzó una cobertura bruta de 95.4% en 2018, y la media superior, con 78.5%, la educación superior registró, al final del régimen de Peña Nieto, una cobertura del 38.4% (SEP, 2018a). Este último indicador representó, incluso, un compromiso no cumplido por parte de la administración que se propuso lograr una cobertura del 40% al final de su sexenio (González, 2018). Aprender de las lecciones de la crisis de 2009 nos hará diseñar un rumbo más claro para los combates venider