Actualmente, el imperialismo se evidencia como el principal determinante del riesgo de destrucción del ser humano y del planeta. En el afán de superar su crisis económica que padece desde hace varios años y siguiendo su propia lógica de la que no puede prescindir, pone en práctica nuevas estrategias de valorización del capital a través de las cuales pretenden someter aún más a los trabajadores y pueblos del mundo, incrementar la explotación y provocar una nueva acumulación de capitales, ocasionando en el mundo nuevas guerras, más intervencionismo, más exclusión y desigualdad social, más pobreza, mayores violaciones a los derechos de los pueblos y en especial de las clases trabajadoras, además de gran destrucción de los recursos naturales. Las acciones decididas y agresivas para apoderarse de las principales fuentes de materias primas y mercados, para lo que han provocado sangrientas guerras y conflictos bélicos, agresiones y presiones a gobiernos e incluso el desmembramiento de algun